
¿Por qué el CBD en la vida cotidiana?
Los cannabinoides se han utilizado durante miles de años para ayudar a las personas a alcanzar el bienestar físico y mental. Puede que los herbolarios del pasado no supieran exactamente cómo funcionaba la planta de cannabis en el organismo, pero sí sabían que ayudaba a las personas a sentirse mejor, con menos dolor y un estado de ánimo más equilibrado.
Como marca premium de CBD que produce productos de cáñamo para un bienestar vibrante, vemos nuestro papel actual como una continuación de esta tradición de 4000 años, aderezada con las aportaciones de la ciencia moderna.
El CBD es realmente una sustancia extraordinaria con multitud de aplicaciones para la salud mental y física.
Las raíces: Tu sistema endocannabinoide.
Se ha demostrado que el CBD tiene propiedades analgésicas, antiinflamatorias, ansiolíticas y antioxidantes. Aunque suene demasiado bueno para ser cierto, existe un gran número de investigaciones científicas sólidas que demuestran las complejas formas en que el CBD interactúa con el organismo y favorece el equilibrio y el mejor funcionamiento de diversos sistemas. Pero, ¿cómo funciona exactamente el CBD y qué mecanismos conducen a sus efectos?
La respuesta se encuentra en un componente recientemente descubierto pero esencial de la biología humana: el sistema endocannabinoide. Se trata de una antigua red de vías bioquímicas que compartimos con otros animales, desde mamíferos hasta aves y erizos de mar. El sistema endocannabinoide desempeña un papel fundamental en la promoción de la homeostasis, el entorno interno estable que el cuerpo necesita para mantenerse sano.
Resulta que nuestros cuerpos producen endocannabinoides de forma natural: sustancias químicas que son notablemente similares a los fitocannabinoides que se encuentran en el cáñamo y otras plantas. Nuestros endocannabinoides son cruciales para muchos mecanismos fisiológicos y neurológicos diferentes, como la percepción del dolor, la inflamación, el apetito, el estado de ánimo, el metabolismo y la respuesta al estrés.
Y el CBD ayuda a modular la producción de endocannabinoides, evitando que nuestro cuerpo produzca en exceso o en defecto estas sustancias químicas esenciales y fomentando ese equilibrio interno tan importante.
CBD, estrés y ansiedad
Por supuesto, el "equilibrio" no sólo se refiere a los procesos físicos. También puede describir un estado emocional manejable, con menos estrés y ansiedad (¡a veces difícil de imaginar en estos tiempos!), un sueño más profundo y reparador, y todos nuestros recursos mentales y emocionales a nuestra disposición para adaptarnos a los tiempos cambiantes y satisfacer las múltiples necesidades de nuestra vida cotidiana.
El "estrés" se considera tan negativo que es difícil verlo como algo beneficioso. Sin embargo, la respuesta humana al estrés e incluso a la ansiedad aguda ha evolucionado para ser beneficiosa, ya que prepara la mente y el cuerpo para tomar decisiones rápidas y potencialmente vitales ante el peligro o el dolor. Los problemas surgen cuando nos quedamos atrapados en "modo supervivencia" durante largos periodos de tiempo sin salida, y el estrés crónico puede afectar a nuestra salud física y mental.
El CBD puede ayudar a mitigar los efectos del estrés y la ansiedad modulando los neurotransmisores que intervienen en la respuesta humana al estrés. Se une a los receptores de serotonina, que se cree que desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la calma, puede promover la regeneración neuronal en las partes del cerebro que pueden resultar dañadas por el estrés crónico, e incluso puede ayudarnos a "desaprender" los desencadenantes de la ansiedad que a menudo nos mantienen en una espiral de pánico. Para saber más sobre el CBD y la ansiedad, haga clic aquí.
El CBD y su microbioma
Cada día aprendemos más sobre cómo nuestra salud intestinal afecta a nuestro bienestar. Puede dar un poco de miedo, pero el cuerpo humano está lleno de microorganismos que dependen de nosotros para sobrevivir, igual que nosotros dependemos de ellos para sentirnos bien. Nuestro microbioma, que incluye millones y millones de bacterias no humanas que nos consideran su universo, ha evolucionado con nosotros, y lo necesitamos para nuestra salud tanto como él a nosotros.
La mayoría de nuestros amistosos huéspedes microscópicos viven en nuestro tracto digestivo, e interactúan con nuestro cuerpo de formas complejas y fascinantes. El intestino también alberga una alta concentración de receptores ECS, que crean innumerables conexiones entre los endocannabinoides nativos, el intestino y el cerebro, desempeñando un papel vital en funciones que van desde la inflamación hasta la digestión y el estado de ánimo. Dado que el CBD ayuda a promover la homeostasis en general, un suplemento diario de CBD puede ayudar a proporcionar un entorno favorable para nuestros diminutos ex-parásitos. Para saber más sobre el CBD y su microbioma, haga clic aquí.
CBD y el momento presente
Mientras escribimos estas líneas, la mayoría de nosotros necesitamos toda la ayuda posible. Hacer frente a nuestras responsabilidades diarias y al caos constante de los acontecimientos mundiales no es tarea fácil y muchas personas luchan consigo mismas.
No existe una cura milagrosa para nuestros males. Quizá 2020 nos haya enseñado que no debemos confiar en el destino; resolver nuestros problemas requerirá un esfuerzo colectivo que provenga de todos y cada uno de nosotros. Todo lo que podemos hacer es lo mejor que podemos hacer, tanto a nivel micro como macro, y para cuidar de los demás, primero debemos cuidar de nosotros mismos.
Cuando nos proponemos mejorar nuestras vidas y las de nuestros seres queridos, es útil tener todo tipo de herramientas a mano, y una de esas herramientas puede venir de una humilde planta y de una tradición milenaria de bienestar mientras nos esforzamos por mantenernos sanos y fuertes para nosotros mismos, nuestros seres queridos y nuestra preciosa tierra.